Conchita

Esta máquina, fabricada en Oviedo, es una auténtica factoría de liar cigarrillos, sin duda es más moderna que la “Victoria”, está patentada entre los años 1941 y 1949.

Echando un primer vistazo descubrimos que posee una tolva para el tabaco con capacidad para liar unos 20 cigarrillos, un dispensador de papel con un brazo metálico que “atrapa” una hoja cada vez de forma automática y un humectador (depósito de agua) que hace las veces de lengua artificial para completar el liado.

El sistema de liado lo realiza por medio de la cinta de forma similar a lo que hace la “Victoria”, pero recordemos que en esta última era necesario colocar un papel cada vez que se realiza la operación de liado.

El funcionamiento de la Conchita es de triple acción,

1.- Palanca hacia delante

La Conchita dispone de un sistema para colocar el papel que funciona cada vez que desplazamos la palanca hacia delante. En el interior de la máquina hay una perilla de caucho que al ser comprimida por la palanca aspira la primera hoja del librillo a través del brazo metálico sin tocar nada, sin poner nada, únicamente con el movimiento de la palanca principal… revolucionario!

2.- Palanca hacia atrás

Al iniciar el movimiento, el brazo que mantiene sujeto al papel se desplaza hacia delante depositando la hoja en el lugar adecuado (lo que en la máquina Victoria hay que realizar manualmente); al mismo tiempo el mecanismo de la tolva libera la cantidad de tabaco previamente ajustada y lo deja caer en el sitio exacto de la cinta.

3.- Palanca nuevamente hacia delante

Tirando de nuevo de la palanca, el mecanismo de rodillos procede a liar el cigarro a la vez que el depósito humectador moja ligeramente la pega del papel. El cigarro es expulsado al mismo tiempo que la perilla se contrae y genera de nuevo la fuerza de succión para comenzar el proceso desde el principio.

Posee dos reguladores para ajustar el prensado del tabaco así como el calibre del cigarrillo.

Existe un modelo en color verde y otro en color negro. Las dos máquinas de este tipo que hemos conseguido son el modelo en color negro y han llegado hasta nuestros días en perfecto estado; de hecho, la Conchita de Manuel ni siquiera ha necesitado la sustitución de la cinta, algo realmente inaudito. Únicamente nos hemos encontrado un problema con la perilla. En ambos casos la perilla estaba inutilizable por completo, dura como una piedra. Fue fabricada con caucho y después de tantos años el material se había oxidado perdiendo por completo la flexibilidad.

Esto no fue solucionado fácilmente… de hecho yo creía que la pera originalmente contenía algún pegamento o sustancia líquida para atrapar el papel… que se habría solidificado con el tiempo, no me podía imaginar que fuese aire aspirado lo que sujetaba el papel. La solución la encontró Manuel, se fue a una farmacia y compró varias peras para hacer enemas e irrigaciones y sustituyó la original… (la que mejor funcionó fue la pera roja que podéis ver en la imagen de abajo) un trabajo extraordinario que ha devuelto la máquina a su estado original, funcionando, aspirando y liando. Echad un vistazo al vídeo y comprenderéis lo que os cuento.

Está máquina es muy difícil de conseguir con todas sus piezas. Se puede encontrar alguna en todocoleecion.net y en algún anticuario y Rastro de Madrid.

Nos ha costado muchísimo encontrar las patentes y ¡por fin las tenemooos!! Son una maravilla, casi merecen una entrada propia. En el siguiente enlace se puede descargar un archivo comprimido con las cuatro patentes:

Patentes Conchita

La primera patente es de 1941, y los dibujos son muy simples. En las siguientes patentes las ilustraciones van mejorando. Hay hasta 4 patentes. La segunda es de 1945:

Si te fijas en la máquina, tiene grabado en el frontal de la tolva «Patente nº 180334» y coincide con el número de una de las patentes, la del año 1947, que sería la tercera:

Luego hay una última patente del año 1949, que incluye algunas mejoras: